Florencia, Caquetá: La Puerta de Oro de la Amazonía Colombiana
- Claudia Ruiz
- 2 may
- 2 Min. de lectura
En el corazón del sur de Colombia, rodeada por una exuberante selva y abrazada por la cordillera oriental, se encuentra Florencia, Caquetá, una ciudad que es mucho más que un punto en el mapa: es una experiencia que mezcla naturaleza, cultura y resiliencia.

Un paraíso escondido
Florencia es conocida como “La Puerta de Oro de la Amazonía”, y con justa razón. Su ubicación estratégica la convierte en el punto de entrada al vasto y misterioso territorio amazónico colombiano. Esta ciudad combina la riqueza ecológica de la región con el espíritu cálido y emprendedor de su gente.
Quienes la visitan se sorprenden con la biodiversidad, los paisajes verdes, los ríos caudalosos y la tranquilidad que se respira en cada rincón. Aquí, el canto de los pájaros es la banda sonora de la vida diaria, y los atardeceres sobre la selva son de los más impresionantes del país.
¿Qué ver y hacer en Florencia?
Parque Nacional Natural Alto Fragua Indi Wasi: Este santuario ecológico es hogar de cientos de especies de flora y fauna, muchas de ellas endémicas. Es un lugar ideal para el ecoturismo y el avistamiento de aves.
Mirador El Caraño: Un sitio icónico que ofrece una vista panorámica de toda la ciudad y sus alrededores. Al atardecer, es simplemente mágico.
Río Orteguaza: Navegar por este río es adentrarse en la vida natural del Caquetá. Puedes disfrutar de recorridos en lancha y bañarte en sus aguas limpias.
Cultura e historia: La ciudad tiene una mezcla vibrante de culturas indígenas, campesinas y colonas. La Casa de la Cultura y el Museo Caquetá muestran parte de esta historia con objetos y relatos de las raíces profundas de la región.

Gastronomía con sabor a selva
La cocina florenciana es una deliciosa fusión de sabores amazónicos. Prueba el casabe, el mojojoy, o una buena sopa de pescado del río. Para los más aventureros, hay platos elaborados con ingredientes autóctonos como el chontaduro o la fariña.
Una ciudad que renace
Durante años, Florencia fue estigmatizada por el conflicto armado. Pero hoy es ejemplo de transformación y esperanza. La paz ha permitido que su gente recupere espacios, promueva el turismo y se reconecte con su territorio.
Florencia no solo es un destino turístico emergente: es un símbolo de lo que Colombia puede llegar a ser cuando se cuida su diversidad y se honra su pasado.