El Carnaval de Blancos y Negros de Pasto: Una explosión de identidad, creatividad y resistencia
- Sofia Ortega
- 9 sept
- 2 Min. de lectura

Celebrado en San Juan de Pasto, en el departamento de Nariño, el Carnaval de Blancos y Negros es uno de los eventos más especiales, particulares y coloridos de Colombia. Esta festividad es una manifestación profunda de la diversidad cultural del país, donde confluyen herencias indígenas, africanas y españolas. Más que un carnaval, es una expresión viva del espíritu andino, rebelde y creativo de los pastusos, forjado bajo la mirada del imponente volcán Galeras.
El origen de esta celebración se remonta a tiempos coloniales, cuando a los esclavos negros se les concedía un día de libertad: el 5 de enero. Ese día, como símbolo de alegría y reivindicación, los negros pintaban a los blancos con tizne, invirtiendo los roles sociales por unas horas. Al día siguiente, el 6 de enero, las personas se pintaban de blanco, consolidando así una fiesta donde todos eran iguales. Esta tradición fue evolucionando hasta convertirse en un símbolo de convivencia, inclusión y celebración de la diferencia.

La ciudad de Pasto, ubicada en la región serrana de Nariño, es un lugar cargado de historia y resistencia. Los pueblos indígenas pastos y quillacingas, habitantes ancestrales del territorio, resistieron la expansión del imperio inca mucho antes de la llegada de los españoles. Ese espíritu indómito aún se siente en la fuerza con que el pueblo pastuso vive su carnaval. Muchos atribuyen su creatividad desbordante a la energía del volcán Galeras, cuyas tierras fértiles no solo alimentan los cultivos, sino también el alma artística de sus habitantes.

Uno de los elementos más impactantes del carnaval son las carrozas monumentales, verdaderas obras de arte móviles que no tienen límites en su creatividad. Estas estructuras, diseñadas por artistas y colectivos locales, combinan técnicas ancestrales con materiales modernos, y representan escenas mitológicas, sociales, ecológicas o completamente imaginarias. Su construcción puede tomar meses y es una muestra de la dedicación, el talento y la pasión de una comunidad que vive el arte como una forma de vida.
Durante el carnaval se realizan desfiles, danzas, juegos tradicionales y conciertos, con sonidos únicos como los de La Guaneña o La Bambarabanda, que evocan los paisajes del sur del país. El Carnaval de Blancos y Negros no solo es una fiesta: es un grito de identidad, una celebración de la igualdad y un homenaje a la historia y la resistencia de un pueblo que ha sabido convertir su diversidad en fuerza creativa.

Para cerrar este recorrido por uno de los festejos más emblemáticos de Colombia, vale la pena destacar algunos datos clave del Carnaval de Negros y Blancos. Este colorido evento se celebra cada año entre el 2 y el 7 de enero en San Juan de Pasto.
Artistas, artesanos, diseñadores, comparsas y visitantes tanto nacionales como internacionales hacen parte de esta celebración que, desde 2009, ostenta con orgullo el título de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad otorgado por la UNESCO. Sin duda, el Carnaval de Negros y Blancos no solo es una explosión de colores y creatividad, sino también un símbolo vivo de identidad, resistencia cultural y unión entre los pueblos.
¡Conoce está región llena de color y déjate encantar de las historias contadas a través de su arte!
Texto e imágenes proporcionados por Stefania Burbano y Sofía Ortega.